Sólo huevos, harina, azúcar, levadura y mantequilla para preparar la masa de uno de los dulces típicos del carnaval italiano: la “frappe”, que cocinamos con la placa extractora DNA.
En cuanto el aceite alcanzó la temperatura adecuada, sumergimos los rectángulos de hojaldre y los cocinamos, dándoles la vuelta por ambos lados, hasta que se doraron.
A continuación, escurrimos los hojaldres sobre papel absorbente y, una vez fríos, los colocamos en un plato y los espolvoreamos con abundante azúcar glas.
Todo ello con la ayuda de la placa extractora de Sirius DNA, que además de garantizar una cocción impecable gracias a la placa de inducción de última generación, aspiraba y neutralizaba el olor de la fritura.
Al principio del proceso de cocción, utilizamos la DNA con el downdraft cerrado, como una normal placa de extracción, pero cuando empezamos la fase de fritura propiamente dicha, trabajamos con el downdraft abierto, para poder aspirar más fácilmente la enorme cantidad de humo provocada por la inmersión de las “frappe” en aceite hirviendo.
De hecho, DNA incorpora un downdraft push-up que puede abrirse manualmente: la ventaja de esta superficie de aspiración especial es que deja al usuario la libertad de elegir el modo de aspiración, dependiendo también de la altura de la olla utilizada para la preparación.
Las elevadas prestaciones de aspiración y neutralización de olores están garantizadas por la presencia de un motor sin escobillas incorporado y de filtros antigrasa.
Tanto la placa de inducción como el downdraft se gestionan mediante el control táctil con LED blancos de la placa: el control central permite elegir la potencia de aspiración, mientras que los controles deslizantes laterales permiten gestionar las cuatro zonas de cocción.
La estética de este producto completa el conjunto: el tiro descendente dispone de una rejilla de aspiración negra mate, que se integra perfectamente con la placa de inducción cuando está cerrada.